domingo, 3 de diciembre de 2017

GERTRAUD VON BULLION: “Serviam”, una respuesta de amor

       Gertraud von Bullion fue una aristócrata alemana que tuvo como ideal de vida el lema “serviam” (quiero servir). Durante la Primera Guerra Mundial encontró un movimiento de renovación moral y espiritual del mundo que le fascinó: Schoenstatt. Sin embargo, al igual que en otros de los incipientes movimiento de laicos católicos, no había mujeres. Pese a todo, ella estaba convencida de que allí debería haber mujeres y ella sería una de ellas. Y Gertraud von Bullion, guiada por una santa libertad de espíritu, lo consiguió. 
 
1891-1914. Familia y educación.
 
       Gertraud nace el 11 de septiembre de 1891 en Würzburg, fue la cuarta de los seis hijos de una familia de la nobleza alemana. En 1897 su familia se traslada a Augsburg. Su padre, el conde von Bullion, no era practicante pero consideraba importante que sus hijas recibieses una buena educación antes de casarse y las envió a colegios católicos. En Augsburg asiste a la escuela local de las Hermanas de Mary Ward1, pasando por diversos internados europeoas hasta completar su educación secundaria. En el colegio de Leamington (Inglaterra) ingresó como miembro de la Congregación Mariana de su parroquia, eligiendo como lema para su consagración "Serviam” (quiero servir),, palabra que grabaría en su medalla como el ideal pesonal que Dios mismo le había inspirado, haciendo del “servir como instrumento” su programa de vida.
       
A pesar de que nadie en su familia practicaba el catolicismo, Gertraud fue muy receptiva en materia religiosa y creció con inquietudes nada normales en su círculo social. Como perteneciente a la nobleza recibió una profunda formación conforme a su clase, pero no le llevó a sentirse mejor que los demás, sino mas bien convertirse en la última responsable por el bienestar de todos sus semejantes. La emergente cuestión social incidía en un significtivo cambio en la Iglesia del momento, e infuyó en muchos católicos. Así, en 1909, de regreso en Alemania, Gertraud se unió a la Congregación de San Sebastián, en Augsburgo, congregación que incluía a chicas jóvenes en su mayoría de clase media, trabajadoras de fábricas y en el servicio doméstico, algo que para los nobles era impensable.

       Introducida en sociedad asiste a conciertos y al teatro, le gustaba el baile y jugaba el tenis, sin por ello dejar su vida espiritual ya que asistía a misa y comulgaba. No aceptó el matrimonio que su padre le proponía y expresó su deseo de ser misionera. Gertraud von Bullion es una mujer decidida, segura de sí misma, su firme determinación respondía a un búsqueda inquieta del sentido de su vida. Tenía un fuerte carácter en el que el orgullo y la ambición eran aspectos fundamentales, pero Gertraud a través de la autoeducación los fue orientado hacia una meta elevadísima, la de servir a todos con amor. 
       ¿Pero, cómo podía concretar sus anhelos? Era una mujer de talento, con dotes artísticas, un cálido corazón y seguridad en sus decisiones. En diversass ocasiones había expresado su deseo de ser misionera, enfermera titulada o recibir una educación músical. Los planes soñados no pudieron ser realizados, una salud débil, su situación familiar y unas circunstancias históricas de guerra la llevaron a tomar otros caminos. Cuando conoció Schoenstatt volcó en él su anhelo de servicio y a él dedicaría toda su vida.

1914-1919. Trabaja como enfermera de la Cruz Roja en hospitales de campaña.

       Gertraud amaba a su patria y cuando estalló en 1914 la Primera Guerra Mundial se alistó voluntariamente a la Cruz Roja, donde aprendió enfermería y pudo trabajar en hospitales del frente occidental. En septiembre de 1915 fue destinada a un hospital militar en Cambrai (Francia), después anduvo por las localidades belgas de Mons y Hasselt. En los hospitales de guerra se enfrenta con el sufrimiento físico, psicológico y espiritual de las personas, y durante cuatro largos años se dedicó al cuidado de los heridos y moribundos. Los informes hablan de cómo ella se ocupaba de los soldados en la guerra aliviando no solo su sufrimiento físico sino, sobre todo, el espiritual. Creó una buena atmósfera en su entorno, se enfrentó con coraje incluso a los mismos oficiales y pronto fue llamada “la gran potencia católica”. Se había convertido en un símbolo del catolicismo para enfermeras y soldados, cumplía fielmente sus obligaciones de enfermera y sus deberes de apostolado, con sacrificio y entrega maternal, con devoción y cuidado supo conquistar los corazones. El cansancio no parecía hacer mella en ella a la hora de ayudar a sus soldados heridos y ganárselos para que recibiesen los sacramentos. 
 
       En noviembre de 1918 el hospital militar fue cerrado, Gertraud con 27 años y una precaria salud volvió a la casa familiar. Su madre había muerto durante la guerra y su padre estaba muy enfermo, Gertraud se quedó haciéndole compañía y cuidando de él. Vuelve a caer enferma de los pulmones, lo que le impedirá ingresar en ninguna comunidad religiosa.

1917-1920 Gertraud von Bullion y el Movimiento Femenino de Schoenstatt.

        En 1917 Gertraud ejercía como enfermera de la Cruz Roja en un lazareto de Mons, y conoció a Franz Salzhuber, un oficial médico y estudiante de los Pallotinos, miembro de la Congregación Mariana de Schoenstatt, del cual recibiría las primeras referencias del padre José Kentenich y de la Alianza de Amor con la Mater Ter Admirabilis en el Santuario de Schoenstatt. Las charlas con Franz Salzhube fueron sencillas pero de gran trascendencia para Gertraud, además mantenía contacto con otros soldados vinculados al joven Movimiento de Schoenstatt, cuyo objetivo era la “renovación religioso-moral del mundo”, ella no solo se entusiasmó con las ideas y propuestas de vida de Schoenstatt, sino que le impactaron profundamente.  

Padre José Kentenick
Después de los disturbios de la guerra y severas desgracias familiares, ella inició la búsqueda del sentido de su vida, y un lugar que le regalase no solo estabilidad y seguridad en la fe, sino también profundidad. Gertraud había descubierto Schoenstatt y se puso en camino hacia él y hacia Padre Kentenich, algo que tuvo que hacer con mucha perseverancia y paciencia pues por aquel entonces no había lugar para las mujeres en Schoenstatt. En 1917 a Kentenich le habían preguntado por qué algo tan hermoso como la piedad que se estaba viviendo en Schoenstatt se reservaba solo para los varones. Él no había pensado en ello, pero tuvo que hacerlo. No había razón aparente para negarlo, pues las mujeres habían estado cerca de la vida y misterio de Jesus2. Estando todavía en Mons, en 1917 Gertraud había entrado en contacto epistolar con Kentenich, pero él derivó a Gertraud hacia un experimentado acompañante espiritual, el padre Kolb, superior de los pallotinos, pues Kentenich que contaba a la sazon 33 años, siguiendo la tradicion ascética de la época, no tenía intención de iniciar la pastoral femenina hasta cumplir 35 años.

       Gertraud tuvo conocimiento de la Fundación de la Federación Apostólica de Schoesntatt, en Horde, el 20 de Agosto de 1919, pero como las mujeres no podían formar parte de la Federación, se le recomendó unirse a la Liga Apostólica. Ella y su prima, Marie Christmann, formaron oficialmente un grupo de la Liga, pero se impusieron voluntariamente el cumplir con los requisitos propios que exigía la Federación. En octubre de 1920, Kentenich invita a Gertraud y a su prima Marie a unirse a la Federación Apostólica, y el 8 de Diciembre de ese año, ambas eran admitida en la comunidad de Schoenstatt al sellar la “Alianza”de amor con la Mater, una consagración especial que padre Kentenich pensó adecuada para las mujeres. Esa fecha se convertiría en el acto de fundación de la Unión Apostólica Femenina, o Federación de Mujeres y daba comienzo al "Movimiento Femenino", como lo llamó el Padre Kentenich. A partir de entonces Gertraud y Marie se dedicaron por completo a la construcción de este Movimiento Femenino de Schoenstatt, Gertraud hizo de ello el trabajo de su vida, quería alentar a las mujeres a participar activamente en la misión de formar al mundo en el Espíritu de Cristo.

Santuario de Schoenstatt
       En enero de 1921 la tuberculosis estaba nítidametn diagnosticada, Gertraud estuvo ingresada en el santorio en Bad Lippspringe de mayo a octubre. Durante su estancia en él tendría lugar la primera jornada de mujeres de Schoesntatt, en agosto de 1921, a ella acudieron 35 interesadas y el padre Kentenich impartió las charlas, Gertraud, que para entonces ya era una dirigente reconocida, formuló la oración de consagración para todas las integrantes en la que pedía a la Madre, Señora y Reina Tres veces Admirable que bendijese los inicios del Movimiento Apostólico Femenino para que tan débil plantita crezciese y prosperase en fidelidad a Ella, para gloria de su divino Hijo.

1922-1930 En la entera disposición de Jesús y María.

        El 16 de Abril de 1925, la Federación contaba con 20 mujeres, los primeros miembros femeninos de Schoenstatt, las cuales hicieron su consagración perpetua a la Madre Tres Veces Admirable entregándose como esposas puras y virginales de Cristo. El mismo padre José Kentenich vino a bendecir las primicias de las columnas femeninas.

       Gertraud había puesto en juego todas su fuerzas en el desarrollo de la Federación y Liga de Mujeres, pero paulatinamente su enfermedad le hizo ir abandonando sus actividades apostólicas externas y aceptar fielmente, como voluntad de Dios, su enfermedad y las renuncias que ésta implicaba. Movida por su ideal de vida descubrió el camino para transformar su enfermedad en una oportunidad de servir a otros y servir al Movimiento de Schoenstatt entregándose enteramente a disposición de Jesús y María, toda su vida fue un instrumento de María.Gertraud había abierto su alma a la irrupción de la gracia, pero las luchas y las dudas en la vocación, en la ejecución de su ideal de vida, no le faltaron y se preguntaba: ¿Quién no se asusta al enfrentarse a este ideal, que es como una cima muy empinada y alta, que parece llegar hasta el mismo cielo?”.

Mater Ter Admirabilis de Schoenstatt
       Con la enfermedad le tocó experimentar profunda soledad y tristeza, lo que le ayudaría a acrecentar su fortaleza al máximo. Los años siguientes fueron muy duros y no faltaron las crisis de fe pero a final Gertraud lo ponía todo en manos de la Mater y se ofrecía a la Mater y a su divino Hijo, y se entregaba a Ella y al Movimiento. Al final de su vida, debilitda por la enfermedad ofrece su silencio y su sufrimiento para el pleno florecimento de la Obra de Schoenstatt. En un momento de recaída de su enfermedad escribe:
Más allá de mis fuertes anhelos de recobrar la salud y la capacidad de trabajo, debo confesar con toda sinceridad que este período en que la Providencia quiso que estuviera enferma ha sido un tiempo bendecido y precioso. Por eso le pido a Dios que si me libera de este sacrificio me dé oportunidad de poder ofrecerle otro. Nuestra Madre necesita aportaciones al Capital de Gracias; Ella trabaja con su Capital, con él paga el precio de rescate..."
      
       En 1926 las primeras federadas fueron a vivir a Schoenstatt y se fundó la comunidad de Hermanas de María. Largos meses de guardar cama que duraron hasta 1927, en que Gertraud algo recuperada pudo participar en la bendición de la primera piedra de la Casa de ejercicios de Schoenstatt, el dia 9 de Junio, la cual fue inaugurada un año después, en agosto de 1928. A pesar del agravamiento de su enfermedad trabajó intensamente para construir las Hermanas de María. El 21 de abril 1929 se celebraba el Día de la Comunidad en Ulm, allí mismo Gertraud von Bullion ofrece sus vida para el florecimiento de la Federación de Mujeres de Schoenstatt, especialmente en su Baviera natal. La Pascua de 1929 fue su ultima estadía en el santuario pues en Mayo sufrió una grave neumonía que hizo necesario que, en Julio, Gertraud fuera internada en el hospital de Geislingen. El agravamiento de su enfermedad y el peligro de contagio a otras personas hace que permanezca retirada del resto, este aislamiento le hizo sufrir mucho. El 11 de octubre de 1929 hubo de ser trasladada al sanatorio de Isny, donde el 22 de Noviembre recibió la unción de los enfermos. La última cuesta de su vida comenzó al ser internada en el hospital y nunca más se podrá levantar. Ocho meses de fiebre, de adelgazar hasta los huesos, de aridez del alma, de agotamiento físico...¿Cuán seriamente ha tomado nuestra Madre el ofrecimiento que le hice? Pero no retiro ni una palabra de la consagración; puede decírselo a nuestra Madre en el Santuario”. “Que mi amor madure hacia la perfección, si, hacia la perfección en el sacrificio de la vida!”.
      Una breve mejoría y el 16 de abril del año siguiente renovó la consagración y el voto privado de virginidad. Los días siguientes fueron verdaderamente duros hasta el 10 de junio de 1930 en que entró en agonía para descansar en la paz de Cristo a las tres de la madrugada de día 11 de junio, miércoles de Pentecostés. Fue enterrada en el cementerio de Kempten, en la tumba de la familia de los Bullion. En 1993 se inició el proceso de beatificación.

       Padre José Kentenich dijo: Ella tuvo una misión, así como cada uno de nosotros tiene la suya...” .

Fuentes utilizadas:
Conociendo nuestra historia... Personalidades De Schoenstatt http://boletinschoenstatttucuman.blogspot.com.es/2008/11/personalidades-de-schoenstatt.html






Gertraud von Bullion (1891 - 1930) Alemania. La misión de la mujer dentro de Schoenstatt y en el mundo: "Quiero servir", en Héroes de Schoenstatt. Santuario de Schoenstatt. Cenáculo de la Inmaculada Madre del Redentor, Juana Díaz, Puerto Rico. http://santuarioschoenstattjd.blogspot.com.es/p/heroes-de-schoenstatt.html


Notas
1 Congregatio Jesu, Congregación de Jesús (CJ) o Instituto de la Bienaventurada Virgen María (IBVM), conocida en España como Madres Irlandesas o de Nuestra Señora de Loreto.
2 Gil de Muro, José kentenich. Historia de un hombre libre Fundador del Movimiento de Schoenstatt, Burgos 2009.pp103-104.